De las capitanías de la oruga
sabe el rosal lo que le corresponde.
Silenciosas boquitas que roen de noche
o bajo la altanera plenitud del gran sol
las perfecciones naturales.
Ante ellas no hay belleza, sólo avidez,5
sólo necesidad de estar vivas.
Y perduran matando, como nosotros.
Pacheco, José Emilio. "Las perfecciones naturales." Tarde o temprano: poemas 1958-2009. 1 ed. Barcelona: Tusquets Editores, 2010. p. 164.
Primera edición en: Pacheco, José Emilio. Islas a la deriva. México: Siglo Veintiuno Editores, 1976.