Una vez más hablemos de la nieve. Digamos:
su virtud cardinal es el silencio.
Sabe nacer con impecable suavidad en la noche
y al despertar la vemos adueñada
de la tierra y los árboles.5
¿A dónde irá la nieve que hoy te rodea?
La nieve que interminablemente circunda
la casa y la ciudad volverá al aire,
será agua, nube y luego otra vez nieve.
Tú no tienes sus virtudes mutantes10
y te irás, morirás, serás tierra.
Serás polvo en que baje a apagarse la nieve.
Pacheco, José Emilio. "Insistencia." Tarde o temprano: poemas 1958-2009. 1. ed. Barcelona: Tusquets Editores, 2010. p. 182.
Primera edición en: Pacheco, José Emilio. Islas a la deriva. México: Siglo Veintiuno Editores, 1976.