Ecopoesia

Comerse el mundo

José Emilio Pacheco

En las bancas del parque cerca del río 1

desde la edad tercera observamos atónitos

cómo se dejan caer sobre la ciudad entre el sexual aire húmedo

las parejas de jóvenes, la novísima y ávida

En las bancas del parque cerca del río 5

bajo su áspera música alada y despliega

su carnaval de amor rápido.

 

Qué armonía y plenitud tienen los cuerpos dorados,

vibrantes en un segundo de dicha orgásmica.

Vienen a lo que vienen.10

Ellos sí de verdad llegaron para comerse este mundo.

 

Luego obedecerán a la sombría esclavitud del trabajo,

al sistema de hierro que los obliga a esforzarse

y a consumir hasta la muerte.

 

Mientras tanto 15

no es un lugar común en su caso:

quienes vuelan y danzan y se acoplan

son las termitas.

Y poco a poco devoran el viejo centro de Nueva Orleans sus

    mandíbulas.

Fauces feroces como taladro implacable.20

Insectos inmunes

a los venenos conocidos.

 

Para iniciar el siglo XXI

las invencibles termitas

se perpetúan sin sosiego en su coito unánime.25

 

Nos creímos los dueños de este planeta:

ante ellas

no somos ni siquiera dioses caídos:

sólo un puñado de polvo

(el polvo que hacen con pico y pala sus fauces)30

en las bancas del parque cerca del río.

 

 

 

Pacheco, José Emilio. "Comerse el mundo." Tarde o temprano: 1958-2009. 1 ed. Barcelona: Tusquets Editores, 2010. pp. 604-05. 

Primera edición en: Pacheco, José Emilio. Siglo pasado (desenlace): poemas, 1999-2000. México: Ediciones Era, 2000.

Comment Box is loading comments...

24 En la edición del 2000 este verso aparece como «las invencibles».