Entre todas las rutas a mi alcance
elegí siempre andarme por las ramas:
gran frescura, gran vista, gran emoción
(pierdes el paso y acabarás estrellado),
gran compañía familiar de los pájaros,
lección de humildad:
sabernos extranjeros que malhablan la lengua
nativa de los monos y las ardillas.
Y tragedia final: el tigre
frecuenta insomne estos oblicuos caminos.
Pacheco, José Emilio. "Andarse por las ramas." Tarde o temprano: poemas 1958-2009. 1 ed. Barcelona: Tusquets Editores, 2010. p. 570.
Primera edición en: Pacheco, José Emilio. La arena errante: poemas, 1992-1998. México: Ediciones Era, 1999.