Para que las aguas recuerden su canto
grita en el corazón la sangre grita
llamando el cauce de su viejo
y caudaloso río
Negros perros cruzan la ventana
y en la ciudad soy un estero apenas
que reducido y en silencio muere
Pero alguien dentro de mí camina
y eres la estación del regreso
pues he vuelto, dice
(brillando sobre el Sol Naciente)
he vencido la celada:
es el Tiempo el tiempo
recordado soy por guardianes alados
Desde los altos Sueños
hierbas cortaré del alba y la penumbra
para que también las Piedras recuerden
su Canto
Porque destino de la Vida
es desafiar los laberintos de la muerte:
Despierta en mí la Piedra Azul, despierta.
Chihuailaf, Elicura. “Leyendas, visiones.” SuenĖos de luna azul. Santiago: Editorial Cuatro Vientos, 2008. pp. 65-67.