Blanco, blanco: transparente
era el cisne que navega en las aguas
de mi espíritu
Ahora, agobiado por la maravillosa
rutina del mundo
se refugia ya entre los junquillos
de la anunciada muerte
A veces, pequeños cisnes le desenredan
sus conversaciones con el Lucero del Alba
o con los arreboles de la tarde
hijos e hijas resplandecientes de la Luna
y el Sol
Entonces, desde su Azul más salobre
las flores de sus pensamientos lo miran
vagando como aromas
¿Dónde quedó el dulce lago
del Silencio?
¿Dónde la semilla de su Contemplación?
se dice
mientras escucha el triste canto
de mi corazón
El brillo, su luz, se extingue poco a poco
Inclina el cuello el cisne
Solitario, en sí mismo abandonado:
comienza a ensombrecerse.
Chihuailaf, Elicura. “Cisne de cuello negro.” SuenĖos de luna azul. Santiago: Editorial Cuatro Vientos, 2008. pp. 135-37.