Yo canté las cosas naturales
en el momento en que las cosas naturales se extinguían
Amé la tierra y las cosas de la tierra
cuando la tierra y las cosas de la tierra
eras destruidas por el hombre.
Mi poesía cabalgó hacia el campo huyendo de la ciudad
cuando la gente del campo abandonaba el campo
y se venía a la ciudad.
El canto no se escuchaba en la ciudad
porque la ciudad estaba llena de ruido
pero mi canto no se escuchó tampoco en el campo
porque el campo estaba lleno de soledad.
He abandonado la prosa y me he ido en busca de la poesía
cuando la poesía abandonaba la poesía
y se entregaba en manos de la prosa.
El poeta siempre llega donde nadie lo recibe
y así vive hasta que llega a la muerte;
solo entonces, cuando la muerte tampoco lo recibe,
es cuando todos reciben su canto.
Cuadra, Pablo Antonio. "Epitafio de un poeta." Obra poética completa: Canciones de pájaro y señora y Poemas Nicaragüenses. San José: Libro Libre, 1986.