Ecopoesia

El panamá

Pablo A. Cuadra

                A Gloria Guardia

En el clan de los Sterculia este hermano mayor del

                Cacao y del árbol de Cola,

este gigantesco pariente del Castaño australiano de tronco en

                   forma de botella

y del venerado Parasol chino, bajo el cual soñó Tu Fu su

                extraño sueño sobre Li Po,

prefirió entre nosotros el suelo calizo y arenoso

y la vecindad y el ruido de las aguas dulces.

Aquí creció fortificando su tronco con jambas o contrafuertes

que avanzan contra el viento como el pie de los faraones

                colosales de Luxor.

 

 

Esta inmensa lámpara verde da luz a la asociación y a la

                   simplicidad.

Oyes el ruido sordo del bote arrastrado por los pescadores a

                   la arena

las voces que se avivan a la sombra del gran árbol.

Tiran de la red a la playa y las mujeres

ríen contando y escogiendo los pescados.

Aún salta el Sábalo. Colea agónico el Guapote.

Boquea la Machaca, la Guavina, el Bagre.

Ensartan en bejucos las Mojarras de colores.

Pelan el Gaspar y sube

el humo azul. Los niños

pepenan semillas del árbol y las tuestan al fuego. Entonces

recuerdas la sentencia antigua: "Los más hermosos

presentes de los dioses son siempre gratuitos".

Una ave grande y blanca transportó la semilla de este

                      árbol.

Una ave solitaria y desgarbada venida del mar o de la luna.

Ellos recuerdan, junto a la fogata, la noche

cuando el Jaguar cazó al hijo del Pez Gaspar dormido entre

                   las jambas.

El Jaguar lo creyó muerto, lo cubrió de hojas

y lo dejó allí para llamar a su hembra y devorarlo.

Pero el árbol, compasivo, cerró sus jambas y lo ocultó en el

                      tronco.

Por eso, cuando el árbol cayó y el pescador quiso aprovechar su madera

una voz le ordenó: —"No cortes ahí, corta más arriba".

Y otra vez la voz le ordenó: —"No cortes ahí, corta más

                      abajo"

y la voz lo fue dirigiendo

y le ordenó cavar el tronco y ahuecarlo con fuego

y el hombre echó el tronco al agua y vio que navegaba como

                   el Pez Gaspar

y el hombre construyó la primera canoa.

Conoce este árbol: "Sterculia apétala"

                "Sterculia carthaginensis".

Conoce la mano verde de su hoja corácea, palmada, profundamente

                      triloba.

Conoce sus pequeñas flores campanuladas, amarillas con

manchas púrpuras olorosas a estiércol y a corral.

Conoce sus frutos de cinco folículos verde-pálidos abiertos

                   como un estuche

y sabe extraer sus cinco semillas negras y brillantes

envueltas en terciopelo gualda cuyos pelos erectos se clavan

                urticantes en tus dedos.

Llámalo "Panamá", que es su nombre y significa en náhuatl

             "farmacia" o "venta de medicinas"

porque el indio descubrió que su semilla tostada tiene el sabor

                del maní y alimenta y cura,

descubrió que su semilla molida produce un fino aceite,

que la concha de su fruto picada y cocida es un efectivo

                      emoliente

contra el reumatismo y los golpes endurecidos.

Luego la ciencia analizó su fruto y descubrió la Cortisona.

 

             Granada/Gran Lago. 1977

 

 

 

Cuadra, Pablo Antonio. "El panamá." Obra poética completa: Siete árboles contra el atardecer y otros poemas. San José: Libro Libre, 1987. pp. 51-53.




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