En San Miguel, al sur, nacimos
descraciados, el agua a la cintura,
soles sonado sus tambores,
lunas zumbando zancuderos,
chingueros, labradores,
madereros,
fuimos
mojoneando el país con sepulturas.
Trochas maláricas abrimos
cruzando los esteros toboberos
y podridos de frío nos bebimos
el sol en rones coyoleros.
Patria talada tu patria, maderero,
se lleva la madera extranjero
y al nativo
nos queda el lodazal.
Dimos muebles, altares,
sillas, sillones y sillares
y trechos y lechos a millares
a los señores de otras latitudes,
mientras nosotros del fangal
cautivos
quedamos entre tumbas vivos
labrando nuestros propios ataudes.
Cuadra, Pablo Antonio. "Canto de los cortadores de madera." Obra poética completa: Canciones de pájaro y señora y Poemas Nicaragüenses. San José: Libro Libre, 1986. p. 90