Ecopoesia

Variaciones sobre un tema solar

Homero Aridjis

1

 

El sol, un ojo.

Si no un ojo pensante, un ojo de fuego.

Nadie se ha atrevido a llamarlo

un ojo vivo, una conciencia.

 

2

 

El ojo total de lo finito estuvo aquí desde el

   principio.

El ojo de los pensamientos amarillos

despertó a los grises y a los verdes.

El ojo radiante de los amaneceres

acabó por ponerse en el instante.

El ojo alado de las mitologías

está cantando en medio de la plaza.

 

3

 

La escalera de luz por la que subo

es la misma por la que ahora bajo

 

La luz blanca que nos está lloviendo

viene del Sol que se ha metido

 

Aun a oscuras yo te estoy mirando,

aun a ciegas te recibo con las palmas abiertas

 

Oh semilla amarilla

Oh aire vestido de luz blanca

 

4

 

¿Qué dios ebrio de luz

ideó este esplendor amarillo

en los confines del universo?

 

¿Qué ojo loco se quedó abierto

contemplando esta gloria

en los límites de sí mismo?

 

5

 

En el silencio alucinado

un ojo cobró forma y nada

En alguna parte de tu cabeza

el sueño de la luz ha comenzado

 

6

 

Oigo el cascabeleo de unas llaves

abriendo las puertas de la luz

y yo bañado de sol

todo lo que veo es sombras

 

7

 

Después de tantos días

de lluvia apareció el Sol

flotando en el firmamento

y debajo de una nube oscura

sus dedos dorados

alumbraron la Tierra

 

8

 

¿Sueña el ojo solar con la Tierra

que abrasa todo con sus sentidos

o nosotros soñamos que el ojo

que nos abrasa nos está soñando?

 

¿Estamos adentro del ojo vivo

que nos piensa y nos mira

o somos –como él– imágenes fugitivas

en la cabeza de un dios desconocido?

 

 

 

Aridjis, Homero. "Variaciones sobre un tema solar." Los poemas solares. México: Fondo de Cultura Económica, 2005.




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