Ecopoesia

Espejo de carne

Cecilia Vicuña

Antes de que cualquier silueta pisara los continentes
las hierbas transformaban su superficie en el vello
de una doncella muy grande
y qué piernas tenía que abrir para formar una bahía
y qué senos más enormes respiraban en el Himalaya
pero a pesar de todo eran unos pezones congelados
de pura nieve
y ese vientre extendido Atacama misma
con ciertas colinas
pero mayormente plano
además es una dueña milenaria de un millón de brazos
en Noruega, cada costa es una curva
y en los terremotos se revuelca
porque una hembra tiene que hacer el amor
al cielo que flota
a todos los astros que hay en él
y en cada orgasmo se da una vuelta tan grande
que se llama “revolución por minuto”
y además esas nubes que vagan
son nada más y nada menos que su lubricante
y los mares su saliva, su transpiración
y las lágrimas que caen por los bordes
hacen lagos
y las que van de los senos al monte de venus
son los ríos
y toda la geografía es una hembra yacente
y nosotros somos sus trabajadoras
y ella misma es amor
y nosotras debemos repartir el amor
como única forma de vida!

 

 

 

Vicuña, Cecilia. "Espejo de carne." El Zen Surado: 1965-1972. Santiago de Chile: Editorial Catalonia, 2013.




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